martes, 4 de noviembre de 2008

EL METODO URIBE


En mis años infantiles fui testigo de la existencia del Culebrero, personaje generalmente paisa quien vendía públicamente un ungüento o jarabe o pócima que supuestamente lo curaría todo desde un resfriado hasta el cáncer, y para ofrecer y vender su producto montaba un espectáculo que consistía en hacerse rodear del publico al cual atraía con el concurso de una culebra boa constrictor que mantenía encerrada en una caja de madera, y para convencer a los asistentes los confrontaba a que le desmintieran sobre las bondades de su producto mirándole fijamente a sus ojos y a su vez mantenía expectante al mismo publico con la promesa de abrir la caja lo cual se cuidaba dejar para el final de su espectáculo de ventas directas -face to face-. Así con ese método y su culebra lograba que muchos de los asistentes a su show se fueran con el producto de marras y convencidos de que efectivamente tendrían la solución a los males orgánicos que les aquejaban. Es decir el método en últimas era engañar y vender su producto entreteniendo o embobando al comprador.


Alvaro Uribe Velez, presidente de Colombia y también paisa, algo de ese método de la culebra ejerce para hacer creer que el siempre esta en la certeza y los demás son quienes están en el error y así métanse por donde se le metan o tírenlo por donde le tiren el siempre queda de pie y bien arregladito después de todos los lances a que un jefe de estado pueda ser sometido.


Primero aparece una tímida versión sobre algún hecho de la vida nacional que pudiera comprometer al gobierno o al presidente: como el caso de la compra de los votos para asegurar la aprobación de ley reeleccionista en el caso de la senadora Yídis, o la versión que los jóvenes de Soacha aparecidos muertos en Norte de Santander no eran ningunos guerrilleros o como el caso del uso truculento de los símbolos de la Cruz roja en la liberación de Ingrid o los disparos a la marcha indigenista reciente. Después, cuando ya la tímida versión inicial coge volumen en los medios, entonces el presidente se apresura a desmentirla tajantemente y para ello casi siempre aduce que se le está persiguiendo en alguna forma o que es victima de un complot para desprestigiarlo,etc.; subsiguientemente a su desmentida la versión inicialmente borrosa se agranda y aclara adquiriendo la dimensión de la verdad ya sea por la intervención de medios muy serios como la opinión de la corte suprema en el caso de Yidis o el informe- video en Europa y EEUU por CNN sobre el caso de los símbolos de la Cruz Roja y el disparo por el ejercito a la marcha indigenista o el informe de ONGs de derechos humanos en el caso penúltimo de los jóvenes asesinados por la fuerza pública .Luego y ante la evidencia Uribe se ve acorralado y saca de la manga cualquier justificación o excusa infantil que nadie le cree y a través de ella se muestra como el que no sabía o involucra a terceros aliados o familiares para que afirmen su versión como en el caso de sus hijos cuando Yidis o a un supuesto soldado incorregible cuando lo de la Cruz Roja o cuando acusa a la corte de aliada con el narcoterrorismo. Ya por ultimo cuando tiene que aceptar que ha sido vencido por la realidad de los hechos esgrime una postura de la cual cae bien parado como el pulcro o el salvador, tal es el caso de sus declaraciones en la cumbre Iberoamericana donde dijo que el estaba siguiendo la pista de mandos de las FFAA comprometidos en delitos y que no le temblaría su mano para destituirlos o castigarlos cuando ya la evidencia de la verdad hacía que no se pudiese desmentir nada y los generales ya estaban destituidos no por arte y gracia del presidente sino por el descubrimiento de tan atroces hechos por parte de organismos vigilantes de la violación a los derechos humanos en el mundo quienes ya lo habían comprobado.


Este método muy colombiano o muy paisa de desmentir, confundir, tender cortinas de humo, disculparse con cualquier excusa tonta, asumir la verdad cuando ya acorralado no tenga mas que hacer y después justificarse y salir vanagloriandose con actitudes de vencedor muestra una de tantas triquiñuelas que los politiqueros colombianos han usado a través de toda la historia para engañar y seguir gozando de las mieles del poder y desafortunadamente el presidente Uribe lo aplica con docta eficiencia.


Teruel, España.