A raíz de su gran popularidad -Hitler también la tuvo- el Presidente Uribe en Colombia ha venido gobernando en lo que el ha dado en llamar un Estado Social de Opinión , lo cual significa que la popularidad retroalimenta al presidente para que el tome cualquier decisión que se le antoje, a sabiendas que tendrá el respaldo de la mayoría, y a su vez las mayorías sienten que el gobierno todo la hace bien aunque persistan en lo interno los mismos conflictos de violencia algunos agravados y la mayoría sin resolver a un año del final del segundo mandato presidencial de Uribe y el Uribismo.
Ahora ,al ya difícil problema interno de Colombia que se traduce en guerra interna, narcotráfico, delincuencia, paramilitarismo , falsos positivos por las FFAA, inseguridad sindical ,pobreza, desempleo, desplazados y un largo etcétera, se le ha agregado un enfrentamiento político con varios países vecinos a lo cual la ultima respuesta dada ha sido la autorización de varias bases Estadounidenses en territorio Colombiano lo cual se decidió exclusivamente desde el ejecutivo a pesar que la Constitución colombiana solo faculta al legislativo para decidir la legalidad o no del establecer dichas bases. Y ante la pregunta ¿ para qué esas bases ? la respuesta inmediata ha sido "para combatir el narcotráfico y el terrorismo"
Pero si miramos dicho problema: narcotráfico y terrorismo, entonces vemos que los países que mayormente hoy trafican cocaina a USA y Europa son la propia Colombia, algo Brasil y México, no estando éste ultimo en Suramerica. Y si pensamos en el argumento del terrorismo podríamos decir que lamentablemente hoy día el único grupo terrorista activo en América Latina existe solo en Colombia con la guerrilla de las FARC, ya calificadas de terroristas por USA. Entonces por qué Uribe necesita distribuir tantas bases militares en Colombia para justificar solamente un problema de vieja data que los distintos gobiernos predecesores desde hace ya casi 30 años vienen combatiendo con resultados pírricos o desalentadores a pesar que se quiere mostrar como un logro sin efectivamente serlo, y a pesar que el Comité de expertos Latinoamericanos sobre Narcotráfico recomendaron recientemente alternativas diferentes a la respuesta exclusivamente militar al narcotráfico. Es decir Uribe va en contravia de las propuestas planteadas para resolver el narcotráfico y requiere de grandes contingentes de soldados gringos para vencer a las FARC quedándose así solo, aislado del resto de países Latinoamericanos que marchan en otra dirección..
Esos países vecinos que recelan de la lucha preventiva y del antiterrorismo norteamericano , ven con preocupación la autorización de las bases Americanas en Colombia y protestan, ya que no hay en apariencia una justificación creíble y la historia de USA y América Latina en los años setenta dejó una estela de desconfianza con el gobierno americano por apoyo a las dictaduras mas sanguinarias del cono sur latinoamericano en los Setenta, la invasión a Panamá y Grenada durante la administración Reagan y en la propia Colombia en donde fomentó la llamada Matanza de las Bananeras en los años treinta. Además que la relación USA-AL no ha sido factor de desarrollo para la región a pesar de tantos años de dependencia económica y política . También hoy la política mundial ha girado hacia un mundo diversificado y poco propicio a las imposiciones de los imperios, y quierase o no el imperio USA es un imperio en su más profunda crisis.
Una vez consumada la autorización presidencial de las bases militares , viaja Uribe a visitar país por país a gobernantes sudamericanos, con la esperanza de ser comprendido en su decisión, pero ya demasiado tarde porque debió someterlo a algún escrutinio político previo y además rechazó asistir a UNASUR que es el nuevo organismo latinoamericano que podría consensuar las decisiones militares para latinoamerica.
Esas bases tampoco servirían para atacar militarmente a enemigos reconocidos de USA como serían Irán, corea del Norte u otro localizado en Asia o Europa ya que geográficamente las costas norteamericanas y sus misíles quedan más cercanas a ellos que las costas colombianas, por ese lado tampoco sería justificada la decisión Uribista.
No queda entonces sino pensar que es una decisión política de USA y Colombia unidas a fin de detener por lo militar cualquier avance mayor de los movimientos autónomos y de corte antimperialista que se están dando en la región y liderados por Chavez en la línea dura y Lula en una línea más blanda. Movimiento político que es visto con desprecio y odio por quienes creen que el baile eterno de USA y AL debe continuar sin tropiezos como si nuestra región estuviera condenada divinamente a ser siempre lo que USA quiere que sea y en la forma que ella decida. Y la pequeña Colombia y Uribe creen que alíandose con el poder militar más destructor del planeta (recuérdese........... Nagasaky,Hiroshima,Irak,Afganistan)estarían jugando así en el bando ganador.
Algo parece estar cocinandose en Latinoamerica , región muy fraternizada entre sus pueblos, poco dada a las guerras internaciones pero caldeada por los venenos de una política internacional inamovible, conservadora que no permite el sueño propio que empiezan a soñar los Latinoamericanos, para su bien, porque para lo peor ya sería casi imposible de superar.
Amanecerá y veremos ........................
Teruel.España.2009
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