Por lo general los seres humanos privilegian el mundo que descubrieron durante su juventud , ya que es el mapa mental primario que tienen en sus cerebros, es algo así como el arquetipo o matriz de su mundo y es algo parecido en significación a la madre biológica o a la madre tierra, y se acostumbra decir “todo tiempo pasado fue mejor”, lo que es muy posible que signifique el tiempo de mi juventud fue el mejor.
Aunque atenidos a la realidad de la época que les tocó vivir, para muchos ese tiempo mejor del pasado no lo fue, y entonces no lo recuerdan o no lo defienden, ya que quienes vivieron las penurias de guerras o violencia extrema en sus etapas de pre adultez no tienen recuerdos buenos de la época, quedaron archivados en el inconsciente. Aun con ésta excepción, la mayoría acostumbra decir que todo tiempo pasado fue mejor. La otra excepción serian los muy jóvenes quienes no tienen todavía ese tiempo pasado ya que sus mentes apenas están construyendo el tiempo mejor, y así inacabado no podrían opinar sobre tiempos pasados, para ellos el mejor tiempo es el presente: el de la Internet, la televisión, los coches de alta gama, los MP y Play station, las motos de alto cilindraje, los aerobús, los cruceros y otros artilugios de la tecnología moderna.
En épocas anteriores a la actual, cuando la guerra fría, el mundo se dividía entre capitalismo y comunismo, siendo para cada una de las partes la suya la mejor. Era un mundo donde aun la imagen y el texto permanecían estáticos, acomodados en el papel de los libros y en los anaqueles de las bibliotecas, y acceder a esos textos para conocer el pasado requería un interés y un esfuerzo que muchos no eran capaces de lograr por lo que llegaron a enterarse del mundo pasado solo a través de la tradición oral que sus padres y vecinos mayores les contasen ,lo cual lleva consigo, al igual que en los textos, el componente intimo o emotivo del dicente o autor. A partir de la guerra fría el avance tecnológico ha puesto hasta hoy la información al alcance de casi todos, así como también ha permitido que sobre la información incida la opinión de cada uno y dicha opinión pueda ser lanzada a los cuatro vientos de la Web y a alguien le caerá y despertará en el su interés y a su vez su opinión será dada y enviada de nuevo, lo cual constituye el vuelo de la información y opinión, creándose una gran, pequeña o minúscula red alrededor de las mismas.
Así las cosas hoy , la tekné , permite que se creen las corrientes de opinión que fluyen a través de la gran autovía comunicativa y los receptores personales se inclinan hacia una corriente o hacia otra de acuerdo con su concepción del mundo y de la vida, concepción política, y se forma una gran batalla de opiniones encontradas en donde se lanzan minúsculas piedras de opinión , tipo Intifada, o balas de pequeño o mayor calibre y en ultimas grandes mísiles o bombas nucleares se disparan unos contra otros . Constituyendo así una verdadera primera guerra mundial de la opinión donde cada uno defiende su mundo, su pasado, el presente, y otros llegan aun más lejos hasta defender el incierto futuro.
Y el poder que sería el gran vigilante del aparato sigue los pasos de las opiniones, las subraya, las guarda, las investiga, las somete a un filtro y en últimas clasifica la opinión como buena si le es favorable o mala si le es en contra. Para el poder el tiempo no pasa, siempre para el ha sido bueno, a no ser que sea desbancado por un poder mayor y entonces no le quede más remedio que inmiscuirse en la red, tratando de camuflarse, y seguir pregonando que su tiempo pasado fue mejor a fin de seguir vigente y continuar soñando con la posibilidad de retomar lo perdido.
Ese poder casi eterno, inmutable, casi indestructible, pone a todos los opinantes a pelearse entre si –divide y vencerás- , a la vez y través de sus grandes servidores y su publicidad se privilegia asimismo y repite constantemente: este tiempo presente es el mejor, todo tiempo presente es el mejor, intentando convencer a todos de ello. Pero guardándose de decir todos los daños que ha causado y mostrando solo el gran espectáculo, para distraer de la gran tragedia humana de otros pueblos a quienes aun la tekné no les permite ver a esos poderes y sus factores de responsabilidad en su desgracia.
Teruel. España.2009
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