jueves, 10 de septiembre de 2009

Sexo publico , publicidad e infancia

Prostitucion_Boqueria

En éstos días han saltado a los medios hispanos imágenes explicitas de Sexo al aire libre entre trabajadoras sexuales y sus clientes en Barcelona, a la vez de escenas similares y publicas de acciones   en Málaga y otras ciudades en las cuales desde hace meses viene librándose una batalla entre el entorno social, el derecho al disfrute del espacio libre y al trabajo de mujeres necesitadas de ingresos como todos los mortales.

Dichas imágenes vistas por Televisión e Internet y prensa escrita, compiten en nitidez y procacidad con la pornografía televisiva y de las incontables paginas web al acceso de sirios y troyanos, niños, jovenes y ancianos.

La desaparición del sexo como un territorio de la intimidad es una característica de la sociedad actual la cual como la mente del infante tiene que ejercitar un mundo afuera de ella y lo expone a todos y recrea a fin de entenderlo e introyectarlo posteriormente como vivencia comprendida , ejercicio propio de la psiquis infantil ,pero que se ha vuelto cotidiano en una sociedad que privilegia a la imagen, deja así muy poco espacio a la imaginación personal.

En épocas pretéritas y durante mucho tiempo y aun hoy en sociedades distintas a ésta, la practica de la sexualidad recurría a la intimidad como el resguardo de una territorio reservado a los adultos y solo atisbos de ella como un beso o una caricia podían aflorar sin temor a la vista publica ya que conllevaban un sentido de ternura y no de la fogosidad de la genitalidad desbordada con toda su corte de posturas y gemidos.

No es gratuito que la liberalidad sexual de ésta época y que no es potestativa de ella ,aflore ante el impulso de los medios y la publicidad, ya que sacan partida del mercado de la sexualidad, poniendo sobre sus planos todo lo que sea necesario mostrar a fin de desencadenar la inquietud y el deseo por la compra del objeto o articulo que sea referente de esa sexualidad mediatizada.

Así que bombardeando sexo por todos los medios, tornaron a éste en un articulo de consumo cotidiano y hoy el sexo pasa a ser como tomar agua, una necesidad natural que casi pierde su encanto porque nos lo presentan hasta en la sopa ,de distintas marcas y formas que ya, de tan habitual y cercano  para todos y todas,   no lo percibimos, sencillamente lo fantaseamos; añorando aquel placer y encanto que su exagerado uso le ha quitado.

Ese bombardeo sexual cotidiano y a la mano de mentes infantiles hace que éstas alcancen una madurez sexual temprana y acceda a su practica rápidamente ya que la interrelación medio y organismo permite una funcionalidad también precoz pero ejercitada por una  mente aun inmadura para comprender todo su alcance .Ello favorece que nuestros niños y púberes -los grandes imitadores- sean a la vez  actores y víctimas de dicha aceleración apareciendo así los conflictos y errores de una sexualidad sin control que conlleva a la aparición de: embarazos no deseados, estrés, enfermedades de transmisión sexual ,abuso al infante y delitos "pasionales" sin sentido; porque esas mentes inmaduras asumen roles de adultos sin aun  serlo. Hace poco una madre me llamó preocupada porque a su niña de tres años la ha encontrado frecuentemente en lances sexuales con su muñeco preferido pero dicha niña comparte con los adultos todo tipo de telenovelas y programas de adultos hasta alta horas de la noche. Solo atiné recomendarle que no se alarmara ni alarmara a la niña pero que no le permitiera compartir libremente toda la pantalla con sus familiares adultos.

La historia de la sexualidad ha sido cíclica en libertades y restricciones desde lo social y político y nada tiene de raro que el desborde de hoy sea la contención del mañana; al igual que la moda retrocede,avanza y retrocede. Pero para que los   sanos avances del disfrute sexual se asienten verdaderamente entre quienes tiene que asentarse -los adultos- ,y a fin que el temor de la precocidad sexual infantil con todos sus problemas se aleje debemos tener los padres en primer lugar y los medios, la responsabilidad que nos atañe, a fin de no volver a nuestros niños unos expertos inocentes que nos imitan.

Un niño es un niño, no un adulto pequeño.

alfredoivan50@hotmail.com

Teruel.España.2009

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